Cáñamo como BioInsecticida
Insectos:
Se estima que las plagas de artrópodos (termitas, hormigas carpinteras, hormigas bravas, polillas de la ropa y cucarachas) destruyen entre el 18% y el 30% de la producción agrícola anual en todo el mundo. Por otro lado, Los ácaros y garrapatas infestan al hombre y a los animales, provocando efectos nocivos en la salud humana y animal y, posteriormente, graves pérdidas económicas, por esta razón la humanidad ha tratado de protegerse de estas plagas.
Durante las últimas cinco décadas, el uso indiscriminado de insecticidas sintéticos en la agricultura y en los programas de salud pública para el control de plagas ha creado múltiples problemas, a saber; resistencia a insecticidas, contaminación ambiental, peligros tóxicos para los humanos y otros organismos no objetivo.
El interés en alternativas ecológicas o verdes para el control de plagas ha aumentado exponencialmente durante los últimos años, especialmente los que se han denominado: “biopesticidas”.
Biopesticidas:
Los biopesticidas o insecticidas botánicos a base de plantas se pueden producir de manera sostenible, son de extracción económica, no irritantes para la piel, con biodegradación rápida, seguridad ambiental, baja toxicidad para los mamíferos, fácil disponibilidad y considerados naturales. Son culturalmente aceptables en comunidades con una tradición de uso de plantas y están ganando popularidad como sustitutos de los pesticidas sintéticos.
Las plantas con antioxidantes, terpenoides, cannabinoides pueden ser valiosos como materia prima para la elaboración de biopesticidas
Uso del Cáñamo:
La explotación de subproductos y residuos del cáñamo son adecuados como fuente de insecticidas botánicos y son de interés para los agricultores, ya que les permite maximizar el valor comercial de su cosecha y para los responsables de la salud pública para hacer un control de plagas ecológico y sostenible.
El cáñamo exhibe actividad alelopática, también actividad tóxica, y de biopesticida.
El cáñamo es una planta con abundantes terpenos (monoterpenos y sesquiterpenos), antioxidantes y cannabinoides que pueden ser utilizados en la fabricación de biopesticidas para el control de plagas de: pulgones, mosquitos, moscas domésticas, ácaros, nematodos, garrapatas, mosquitos, pulgas, piojos, polillas, chinches, artrópodos fitófagos, caracoles, arañas.
Estudios de cáñamo como Biopesticida:
Se ha estudiado el potencial del aceite esencial de cáñamo como biopesticida, Puede controlar los microorganismos patógenos y fitopatógenos que pueden aparecer en el procesamiento y almacenamiento de alimentos, repeler eficazmente los insectos e inhibir el crecimiento de patógenos microbianos transmitidos por el suelo en el cultivo de plantas.
Desafíos futuros:
La alta lipofilicidad, alta volatilidad, la biodisponibilidad y la propensión a la degradación térmica y oxidativa, que se traduce en una eficacia reducida de los biopesticidas, es un primer desafío en el que hay que trabajar.
Otro desafio es la de encontrar combinaciones que puedan ser sinérgicas, y que ayuden a crear bioinsecticidas con mayor eficiencia o duración
Fuente Bibliográfica:
Es posible consultar la revisión bibliográfica realizada por Cenicañamo en ResearchGate: