El potencial infravalorado de las cáscaras de semillas de cáñamo
La cáscara de cáñamo es la capa exterior de la semilla de cáñamo, son un subproducto, a las que no se le ha prestado mucha menos atención y suele ser un tercio de la semilla. Con el esperado auge de la industria del cáñamo, se prevé que en los próximos años se producirán grandes cantidades de cáscaras de cáñamo.
La cáscara de cáñamo es una fuente de compuestos bioactivos, fibra dietética, minerales, así como proteínas, lípidos y carbohidratos.
Una pequeña cantidad de proteínas se ubican en la cáscara, es posible que puedan contener valiosas proteínas como las globulinas 7S, sobre las que falta información y pueden llegar a ser una fuente esencial de proteínas, especialmente para aplicaciones médicas y biotecnológicas.
Se han identificado compuestos bioactivos claves; la cannabisina B, la n-trans-caffeoiltiramina y la n-trans-feruloiltiramina en la cáscara de cáñamo con una bioactividad comprobada, significativamente mayor que la del secoisolariciresinol de la linaza y las isoflavonas de la soja, que favorecen la salud intestinal, la función hepática y otros procesos fisiológicos.
Se han identificado diecisiete lignanamidas individuales en la cáscara del cáñamo, las más abundantes son la cannabisina M, la grossamida, y la cannabisina D, estas tres lignanamidas representan la mitad del total de lignanamidas en la cáscara del cáñamo.
La cáscara de la semilla de cáñamo contiene aproximadamente un 69% de carbohidratos, que son en su mayoría fibras dietéticas no digeribles, en lugar de azúcar o almidón. Se ha demostrado que las fibras dietéticas de la cáscara de cáñamo son prebióticos novedosos, que pueden amplificar aún más el efecto sobre la salud intestinal y la salud metabólica.
La cáscara de cáñamo contiene diferentes polisacáridos complejos, el más dominante es el xilano, de interés para su valorización industrial, porque representa una buena fuente de prebióticos.
Las cáscaras se pueden utilizar para enriquecer productos de panadería, carne u otros productos alimenticios con fibra dietética, proteína vegetal, compuestos bioactivos, otros usos de estos residuos son en la avicultura, sustrato para la propagación de hongos, producción de cebos de pesca, alimentos para animales, ropa de cama para animales, relleno de almohadas y colchones, y el tratamiento de aguas residuales.
Las cáscaras de semillas de cáñamo han demostrado su potencial como sustrato para la biorrefinería debido a su bajo contenido de lignina y alto contenido de hemicelulosa, para la creación de productos de valor añadido (biocombustibles y bioquímicos rentables).
Existe un claro potencial para que las proteínas, la fibra dietética y los compuestos bioactivos de la cáscara de las semillas de cáñamo generen un beneficio para la salud humana.
El 33% del contenido de las semillas de cáñamo corresponden a las cáscaras , las cuales tienen un gran potencial con múltiples propósitos que no deben ser ignorados y por el contrario aprovechados aún falta más investigación para conocer todo su potencial.
No se han investigado los perfiles proteicos de las cáscaras en términos de presencia y abundancia relativa de los diferentes elementos proteicos, se necesita más investigación para confirmar la posible relación sinérgica entre la fibra dietética y los compuestos bioactivos en la función de la barrera intestinal, también se podrían realizar investigaciones sobre los efectos a largo plazo de las cáscaras de cáñamo en los suelos y las comunidades vegetales, dado su factor de inhibición en la tasa de germinación cuando se usa como sustrato.
Es posible consultar la revisión bibliográfica realizada en ResearchGate: